Sexualidad, cuarentena y estrés. ¿Cómo afecta el encierro en la vida sexual?
En este artículo vamos a recorrer las posibles causas de la perdida del deseo sexual y a enfocarnos en sus soluciones.
Obviamente si se trata de una pareja que convive durante la cuarentena la situación es completamente opuesta a una pareja que quedaron separados y se ven poco o nada. Como también es diferente de alguien que directamente no pudo tener vida sexual durante la cuarentena. En el artículo me centraré en los diferentes aspectos, algunos generales y otros particulares.
Si se dejó la vida sexual por mucho tiempo.
En cualquier caso, si se deja de tener relaciones por un tiempo prolongado, esto puede producir una baja del deseo sexual. Este fenómeno es normal, pero al mismo se le suma un hábito de no tener relaciones y los miedos y temores al retomar la vida sexual. No es recomendable pasar períodos muy largos de abstinencia, ya que después se vuelve más difícil retomar la vida sexual. Obviamente no es imposible.
Si se vivió una abstinencia muy prolongada, es recomendable retomar la vida sexual de a poco. No esperar que el primer encuentro sea el mejor sexo de la vida. Más bien sería como si dejásemos de ir al gimnasio durante un año, luego al retomar no esperaríamos levantar el mayor peso de nuestras vidas, sino más bien empezaríamos con pocas expectativas, hasta que todo se vaya acomodando.
¿Qué afecta a la vida sexual?
La sexualidad en el ser humano y especialmente el deseo sexual se ve afectado por una infinidad de cosas. Aparte en cada persona interfieren de manera diferente. A continuación enumeraré algunos factores que suelen influir (Incluiré sugerencias para contrarrestarlo):
La época del año y cómo afecta al deseo sexual.
La época del año afecta a la vida sexual. Es conocido por todos que la primavera genera un despertar hormonal que facilita las ganas de tener sexo. Por el contrario el invierno disminuye habitualmente el deseo sexual. La falta de luz solar, y el encierro también pueden disminuir ese equilibrio hormonal.
Recomendación: Es una buena idea aunque sea lograr momentos para tomar sol, de entre 10 o 15 minutos algunas veces por semana.
El momento en el ciclo menstrual y la sexualidad
Las mujeres tienen un ciclo que dura alrededor de 28 días. Pudiendo ser más o menos regular según cada mujer. Este ciclo hormonal es el que sincroniza todo el aparato reproductor.
En muchas especies, las hembras tienen ciclos con otros tiempos, que van desde algunos meses hasta anuales.
En nuestra especie, la sexualidad no tiene como fin más habitual la reproducción, sino que el fín más común de la sexualidad tiene que ver con cuestiones sociales. O sea la sexualidad ayuda a mantener las relaciones de pareja (Que sirven para llevar adelante la crianza de la descendencia). Ayuda a obtener un placer, disfrute y relax. Al menos esto es así cuando las cosas funcionan bien.
En otras especies las hembras cuando no están en el momento del ciclo menstrual adecuado para la fertilización, simplemente echan al macho que intenta servirlas.
En nuestra especie esto quedó en el pasado, pero sin embargo algún resabio de esto permanece y muchas mujeres sienten más o menos deseo sexual según el momento del ciclo en el que están. Esto es normal y no hay nada que deba hacerse al respecto.
Menopausia y deseo sexual.
Cuando desaparece el ciclo menstrual por la menopausia el efecto que esto tiene sobre el deseo sexual puede ser resuelto con medicamentos hormonales. Estos deben ser elegidos junto a su médico, ya que según su historial clínico puede ser contraproducente.
Advertencia:
Las pastillas anticonceptivas en algunos casos y en algunas mujeres pueden, después de un tiempo de tomarlas, producir el efecto de disminuir el deseo sexual. En tal caso consulte con su ginecólogo para ver la posibilidad de cambiar el método anticonceptivo. Tener en cuenta que dejar de usar algún método anticonceptivo suele ser el momento donde se producen la mayoría de los embarazos por «accidente».
Relax y estrés: Sus efectos en la sexualidad
Relax
El relax activa el sistema parasimpático que es el necesario para que el cuerpo se disponga a un momento placentero como el sexual. Al activarse este sistema autónomo es mucho más fácil tener una erección o lubricación vaginal.
Por eso los masajes, un baño de inmersión en agua tibia, música armónica y tomar sol predisponen a entrar en un estado de excitación sexual.
Estrés
Por el contrario al estar en una situación de estrés aguda o crónica, el cuerpo se dispone a pelear, correr, luchar o resolver problemas mentales, pero no a disfrutar. En ese momento tener una erección, lubricación y conectarse con el placer resulta mucho más difícil.
El estrés crónico tiene un efecto duradero.
Se debe evitar todo estrés crónico, porque este modifica el nivel de ciertas hormonas como la testosterona y la prolactina, produciendo efectos que no desaparecen con media hora de masajes. Hace falta salir del estado de estrés crónico para que estos empiecen a volver a su lugar.
Aislamiento y estrés.
El aislamiento que si bien en unas pocas personas genera un alivio a las problemáticas de las exigencias sociales. En la mayoría produce un efecto de mucho estrés y ansiedad. Los seres humanos, necesitamos ver espacios abiertos, interactuar con otros seres humanos, correr, caminar, hacer deportes, etc. Todo esto forma parte de nuestras necesidades para poder vivir en armonía. Si por una situación de fuerza mayor (Como la cuarentena por el covid-19) esto no se puede hacer, o al menos no con la frecuencia que uno necesita, entonces el aislamiento va a producir un nivel de ansiedad y estrés que tiene que ver con esa situación exógena. Esto probablemente repercuta en la vida sexual de la pareja.
Recomendación: desarrollar los estímulos de los sentidos (Visuales, caricias, olores, auditivos) para mejorar la sexualidad.
Hay que despertar los sentidos, piensen que aunque ud hoy tenga ganas de tener sexo, su pareja puede estar en otra sintonía. Así que es su trabajo despertar los sentidos de su pareja para que se ponga en sintonía sexual. Preparar una cena especial, quizás prender velas. Regalarle a la pareja una sesión de masajes hechas por uno mismo. Armar eventos que rompan la rutina. Ponerse perfume aunque no se salga de casa, destapar una botella de vino si esto no es una práctica habitual. Poner música de ambiente linda, relajada, que les guste. Quizás ver una película pueda servir, aunque no cualquier película. Entre 50 sombras de Grey y el Guazón, recomiendo las 50 sombras.
Las fantasías sexuales
Las fantasías sexuales son el mayor estímulo que tiene el ser humano. Estas son cultivadas habitualmente de manera continua durante toda la vida. Pueden variar a lo largo de la vida de una persona.
Son muy útiles para despertar la vida sexual. Aquellas parejas que comparten alguna fantasía y ponen en escena ya sea dramáticamente o hablando esa fantasía suelen tener una vida sexual mucho más frecuente y placentera que aquellos que esperan que la vida sexual sea únicamente lo que hacen en el coito y dejan a la fantasía como si fuera únicamente un fenómeno en el que está cada uno por su cuenta.
La satisfacción sexual y la insatisfacción sexual.
No hay mejor afrodisíaco que haberla pasado bien la vez anterior. Así que es importante conocerse sexualmente. Todos debemos conocer nuestra sexualidad, nuestro cuerpo y nuestros gustos. Algunas mujeres, por algún motivo que puede variar, evitan la masturbación con éxito. Esto se correlaciona con una dificultad para lograr relaciones sexuales satisfactorias. Hay muchas explicaciones para esto y seguramente no sea un fenómeno unidireccional, pero conocerse evidentemente permite que uno pueda pedirle a la pareja que le haga lo que a uno le gusta. O simplemente hacerlo uno mismo mientras se está con la pareja.
Por el contrario, las relaciones sexuales insatisfactorias, suelen inhibir las ganas de volver a pasar por esa insatisfacción. Esto afecta a hombres y mujeres. Es importante ocuparse también del disfrute de la pareja, pero ojo si esto afecta al propio disfrute tampoco sirve: Se debe lograr un equilibrio, obviamente en primer lugar el consentimiento, una vez que ambos quieren uno debe ocuparse de disfrutar, y cuando se está disfrutando, ahí ocuparse de hacer disfrutar.
El juego previo es sumamente importante en la relación sexual y su finalidad no es simplemente conseguir la erección o la lubricación. El juego previo es el que le va a dar el vuelo que logre o no tener esa relación sexual que están por empezar. Entonces si están en aislamiento y no se puede salir y hacer que los estímulos diferentes vengan de afuera, hay que hacerlos adentro. El juego previo es el momento ideal, juegos de rol, disfraces, jugar a cumplir fantasías, masajes, caricias, ponerle restricciones al a relación sexual (no se puede penetrar, o sin desvestirse, o sin decir cosas lindas/sucias), etc. mientras haya consentimiento mutuo todo está permitido.
El dolor durante la penetración.
Muchas mujeres y algunos hombres me han comentado que sufren de dolores en la penetración, esto debe en primer lugar ser revisado médicamente. Los factores pueden ser muchos, en la mujer por ejemplo una incompleta ruptura del himen que permanece y produce dolor, como así también malformaciones genitales, etc.
En el hombre también puede pasar.
Dolor por causas psicológica.
El dolor puede ser psicológico y no depender de ningún factor físico. En estos casos se debe hacer una terapia para rastrear cuál es el conflicto que se está trasladando a esa parte del cuerpo, resolverlo y fin del problema.
Miedos que afectan a la relación sexual.
Los miedos que pueden afectar son muchísimos y muy variados. Típicamente el miedo a las enfermedades venéreas, y a los embarazos no deseados. Estos miedos deberían irse usando preservativo. Si persisten hay que consultar con un psicólogo.
Otros miedos muy comunes son, por ejemplo a quedar mal, a no saber, a hacerlo mal, a no demostrar que uno es bueno en los sexual, etc.
Estos miedos suelen causar impotencia psicológica masculina, en este artículo lo trabajo específicamente.
Pero también pueden afectar a la lubricación femenina y a la posibilidad de alcanzar el orgasmo en ambos géneros.
Aparte de estos miedos puede haber una infinidad de miedos que afecten el disfrute sexual, se deben abordar y superar. Tenidendo en cuenta la situación por el covid-19 y el aislamiento social. Claro que en un encuentro furtivo entre personas que no están haciendo cuarentena juntos puede aparecer el miedo al contagio.
Los pensamientos obsesivos pueden afectar a la sexualidad.
Muchas veces las ideas intrusivas afectan a las relaciones sexuales. Desde el temor obsesivo a perder la erección, que tengo un artículo específico sobre eso. Hasta obsesiones del orden de que no se va a lograr cumplir o quedar bien con la pareja.
En las mujeres es muy frecuente que en vez de entregarse a disfrutar, estén pensando en si se las ve lindas o no.
Todos estos pensamientos cuando son recurrentes y afectan a la posibilidad de disfrutar de ese encuentro sexual, deben ser tratados para poder superarlos.
Distancia y deseo.
Por último, la distancia el extrañar es un gran afrodisíaco. Y hacer cuarentena juntos puede imposibilitar tener esos momentos para poder extrañarse y luego volver a encontrarse.
Sería bueno que cada uno tenga sus espacios, sus momentos, aunque sean en la misma casa. Sus zooms con amigos, etc. Así van encontrando el momento del encuentro entre uds.
La idea es que no sea todo un continuo sin diferencias, sino que vayan encontrando los momentos para encontrarse, para extrañarse y volverse a encontrar.
Autor: Lic. Axel Lionel Rozen,
Psicólogo y psicoanalista, ver el cv.
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